Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa - Chapelle de la Rue de Bac (Paris)

INVOCACION Y ORACION POR LOS ENFERMOS

¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

(repetir tres veces)


¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos! Aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión.
Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido
enfermo ......................, a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla.
Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecidos y exclamar:


¡El Señor y la Medalla Milagrosa le han curado!


lunes, 28 de mayo de 2012

MARIA MADRE DE LA IGLESIA



María es madre de la Iglesia y de cada uno de sus miembros por designio divino.
Jesús, desde la cruz, nos dio a María como Madre nuestra:


"Jesús, habiendo visto a su Madre, le dice: Mujer, he ahí a tu hijo!.
Luego dice al discípulo a quién El amaba: He ahí a tu Madre!.
Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa". (Jn 19, 26-27)

Juan representa a todos los que, como él, desean ser el "discípulo amado" de Jesús. Como él, llevamos a María a nuestra casa.
María Santísima es verdaderamente madre nuestra. Ella nos engendra continuamente a la vida sobrenatural. Ella como madre intercede continuamente por nosotros ante su Hijo. Ella siempre nos indica el camino a Cristo y nos concede las gracias necesarias para andar.
Las Virtudes de María que la Iglesia debe imitar son:

-La fe y la dócil aceptación de la Palabra de Dios
-La obediencia generosa.
-La humildad sencilla.
-La caridad solicita.
-La sabiduría reflexiva.
-La piedad hacia Dios pronta al cumplimiento de los deberes religiosos.
-La gratitud por los bienes recibidos; ofrece en el templo, en la comunidad apostólica.
-Fortaleza en el destierro y en el dolor.
-La pobreza llevada con dignidad y confianza en el Señor.
-El vigilante cuidado del Hijo desde la humildad de la cuna hasta la ignominia de la cruz.
-Delicadeza provisora.
-Pureza virginal.
-Fuerte y casto amor esponsal.

La Virgen María fue solemnemente proclamada como "Madre de la Iglesia" por el Concilio Vaticano II y se festeja luego de Pentecostés.
 
Fuente: http://www.corazones.org/

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